El Cerezo

Las diferentes especies de cerezo cultivadas en España proceden del llamado cerezo dulce (Prunus avium), el guindo (P. cerasus) y el cerezo «Duke», este último fruto de la hibridación de los dos anteriores. Todas ellas naturales del sureste de Europa y oeste de Asia.

Cerezas en plato

El cerezo dulce, originario del mar Negro y del mar Caspio, fue uno de los frutales más apreciados por los griegos y con el Imperio Romano se extendió a regiones muy diversas.

Hoy en día, el cerezo se encuentra presente en casi todos los países del mundo con clima templado. Pertenece a la familia Rosaceae, el género Prunas y la especie comercial se denomina Prunus avium.

Es un árbol caducifolio que puede alcanzar los 25 m de altura, con la corteza lisa, anillada y de color marrón rojizo. Ramifica muy poco y por lo tanto tiende a un desarrollo muy fuerte que si no se controla condicionará por su volumen los tratamientos fitosanitarios, la recolección y cualquier técnica que requiera el acceso a la planta.

Sus hojas son simples de unos 7 a 12 centímetros de longitud por unos 3 a 5 de anchura. Al caer las hojas adquieren una tonalidad rojizo-anaranjada muy decorativa.

Sus flores son blancas de 2 a 3 centímetros de diámetro con cinco pétalos que aparecen antes o al tiempo que las hojas. Una vez cuajado, su fruto es una drupa de color rojo negruzco, globosas o con figura de corazón. El hueso es globoso, casi liso.

Rama de cerezo en flor

En cuanto a su polinización, destacar que es una planta que aunque en sus flores tiene los órganos masculino y femenino, estos no maduran a la vez, siendo por lo tanto una especie fuertemente autoincompatible, por lo que se recomienda plantar polinizadores cada tres árboles en una de cada tres filas, y se planta más de un cultivar de polinizador para garantizar el solape de la floración. Los cerezos son polinizados por abejas.

El cerezo en el mundo
Tanto por ser cada día mayor la demanda en fresco y por la industria conservera, el cerezo aumenta su presencia año tras año. Los países de mayor producción son Rusia, Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia y España.

Ya en España, es famoso el Valle del Jerte (Cáceres) como zona productora, aunque hay otras como las del Valle de Ebro, Sierra de Alicante, Zona de Jiloca en Teruel, etc.

El cerezo es el primer fruto de hueso que entra en el mercado. Y también es importante saber que su madera es pesada, dura, muy estimada en tornería y ebanistería, para la fabricación de muebles, instrumentos y chapas.

Valle de cerezos

Clima y suelo
El cerezo, aunque tolerante al frío, es un árbol muy delicado en cuanto a climatología. En España, este puede ser cultivado desde el nivel del mar hasta los 500 m de altitud.

Aún así, es uno de los frutales más resistentes a las bajas temperaturas invernales. Y como dato, las yemas florales durmientes mueren con temperaturas entre -22 y -35ºC. y las flores ya abiertas son dañadas con temperaturas de -2ºC.

Requiere entre 900 a 1.800 horas-frío para la floración, por lo que florece muy tarde, escapando a las heladas primaverales a las que es sensible. Por otra parte, en tan sólo 100 días desde su floración, los frutos se encuentran listos para la recolección. La cereza no madura fuera del árbol, por lo que debe ser recolectada en su momento óptimo de maduración.

Por lo tanto, es un árbol que prefiere los inviernos largos y fríos y veranos cortos y calurosos pero de noches frescas y primaveras templadas, pues a partir de la floración y del cuajado del fruto un cambio brusco de temperatura puede comprometer la cosecha.

Prefiere los suelos con buen drenaje, ligeramente calizos, exposiciones con buena iluminación y aireación, y secanos frescos.

Ramillete de cerezas en árbol

Multiplicación y variedades
Tradicionalmente se realizaba mediante injerto sobre patrón obtenido a partir de semilla. Actualmente se tiende a realizar el injerto sobre patrones clonales de guindo, Santa Lucía y cerezo. Por lo tanto es un árbol con variedad y patrón.

A nivel profesional, las características más buscadas en las variedades son la precocidad, calibre adecuado para evitar el aclareo, firmeza, color, buen sabor, baja susceptibilidad a la aparición de frutos dobles, buena resistencia al transporte, etc. En clemente Viven hemos seleccionado aquellas variedades que gozan de interés de nuestros clientes.

Entre las variedades comercializadas se encuentran el “Cerezo 4-70”, “Cerezo Bing”, “Cerezo Burlat”, “Cerezo Guindo Napoleón”, “Cerezo mixto rojo y negro” y Cerezo Van”. Todos presentados en calidad extra en bolsa, caja e incluso algunos de ellos en maceta.

Las variedades cultivadas tradicionalmente en España principalmente son:
– “Napoleón”. Muy estimada para la mesa y confitura.
– “Ambrunesa”. De consistencia crujiente y sabor dulce.
– “Burlat”. De fruto grueso, pulpa roja, firme, jugosa y azucarada.

Otras variedades de nueva introducción son:
– “Stella”. Semiprecoz.
– “Lapins”. Precoz y muy productiva.
– “Sunburst”. Buena tolerancia al transporte.
– “Duroni 3”. De floración tardía y buena productividad.
– “Early Van Compact”. De floración precoz, muy productiva y de muy buena calidad gustativa.
– “Summit”. De floración semitardía y muy abundante y excelente sabor.

Cerezas a granel

En cuanto a patrones se encuentran principalmente:
– Francos (P. avium): Compatibles con casi todas las variedades.
– Santa Lucía (P. mahaleb): Se adapta a suelos calizos, secos y sueltos.
– Guindo: Son muy sensibles a suelos encharcadizos y pesados.

Cultivo
Tras adquirir uno o varios plantones de cerezo, siempre recomendable por el tema principal de la polinización, se procede a la realización de un agujero que permita enterrar el plantón al mismo nivel del que viene en la bolsa.

Es recomendable igualmente, incorporar Locid® mezclado con la tierra de plantación para asegurar y mejorar las condiciones de arraigo del cerezo.

Como ya hemos dicho, el cerezo es un árbol de gran porte, por lo tanto debemos ser “generosos” a la hora de darle espacio. De 6 a 9 metros entre árboles es una buena referencia. Plantarlos más juntos nos ocasionará un problema de densidad cuando los cerezos se encuentren en su mejor estado vegetativo.

Para que el cerezo no crezca en exceso, se pueden emplear diferentes estrategias. Una de ella es no abonar ni regar en exceso, otra el realizar un corte radical con sierra mecánica (topping) cuando superen los 2,5 metros de altura (aunque el árbol sufre mucho, sigue dando producción en las partes bajas) y mantener una poda de formación que mantenga el árbol en el tamaño razonable.

El cerezo es un árbol poco exigente en fertilizantes. Durante su formación se puede abonar a base de nitrógeno, fósforo y potasio en forma equilibrada, y a partir de la entrada en fructificación, aumentar la dosis de fósforo y potasio y reducir el nitrógeno.
Los fertilizantes fosfatados y potásicos se recomienda su aplicación a la caída de la hoja y los nitrogenados antes de la entrada en vegetación.

Brote en arbol de cerezo

En el caso de la aparición de clorosis férrica, frecuentes en suelos calizos, se recomienda la aplicación de quelatos de hierro.

En cuanto al riego, el cerezo es una especie que también requiere niveles muy inferiores respecto a la mayoría de las especies frutales. Por lo tanto, y dependiendo de la variedad y del patrón utilizados, puede cultivarse tanto en secano fresco como en regadío, en este último cuidando no regar en exceso para evitar los problemas de agrietado.

Los riegos deben suprimirse por completo poco antes de entrar el fruto en envero, ya que de abusar de ellos puede provocar el agrietamiento del fruto.

La poda comienza con la llamada “poda de formación” con la que se creará la estructura final de la planta. Esta puede ser en “vaso” o “pirámide”, siendo esta la más adecuada debido a la tendencia apical del árbol.

Las podas se realizan tan pronto se quede el árbol sin hojas, y como caso extremo poco antes de entrar en vegetación, ya que en este período cicatrizarán mejor las heridas.

La poda de mantenimiento, cuando el árbol ya está formado, no debe ser muy intensa y debe favorecerse la formación principalmente de “ramilletes de mayo”.

Cerezo en flor

En cuanto a la recolección, el color de la piel y el dulzor son los dos criterios que más se usan para juzgar la madurez de la fruta para la cosecha. Recordemos que la cereza es una fruta que no madura una vez recolectada.

Plagas
Las plagas que afectan al cerezo no son muy problemáticas. A continuación mencionaremos aquellas que se pueden dar a título informativo.

    – Pájaros. Especies como el Petirrojo, Estornino, etc. pueden resultar un problema en la época de recolección. A menudo dañan tantas o más cerezas que las que pueden comer.
    Su control es a base de técnicas de ahuyentación como por ejemplo el colocar trozos de metal brillante o láminas de hojalata colgadas que se muevan con el viento, utilizar espantapájaros, etc.

    – Piojo de San José (Quadraspidiotus perniciosus). El insecto causa pequeñas manchas circulares de color rojizo en la piel de los frutos.

    – Pulgón negro (Myzus cerasi). Su invasión provoca el arrollamiento de las hojas y de los brotes tiernos.
    Tratamientos a base de productos con materias activas como Clorpirifos, Diazinon,…

    – Mosca de las cerezas (Rhagoletis cerasi). La mosca pone el huevo en la cereza, a la que hace cambiar de color y sus posteriores larvas las estropean.
    Para su control, se recomienda poner a la aparición de los adultos, vasos trampa que contengan líquidos atractivos o con tiras de plástico amarillo, bañadas con un adherente, que atraiga al insecto.

    Anthonomus rectirostris. Coleóptero cuyas larvas, al nacer destruyen las flores y la cosecha queda reducida.
    Tratamientos a base de productos con materias activas como Clorpirifos, Diazinon,…

Cerezas en arbol

Enfermedades

    – Cribado o perdigonada (Coryneum beijerinckii). Las hojas aparecen cubiertas de pequeñas manchas circulares rojizas, que acaban secándose, dejándolas cubiertas de pequeñas perforaciones.
    Tratamientos a base de productos con materias activas como Ziram.

    – Moniliosis (Monilia laxa y Monilia fructigena). Las flores atacadas se secan y se cubren de un moho gris muy fino. Las ramas también pueden ser atacadas y acaban secándose.
    Tratamientos a base de productos con materias activas como Ziram.