Asociada principalmente a la festividad de Halloween, en España se está desarrollando un mercado importante con respecto a las calabazas ornamentales. Estas a su vez, contemplan dos grupos de plantas, aquellas de aspecto “tradicional” norteamericano para el diseño “de caras terroríficas”, y aquellas de menor tamaño y de gran aspecto ornamental.
Pertenecen a la familia de las Cucurbitaceae, el nombre técnico de la especie de calabaza ornamental es el de Cucúrbita pepo y su variedad botánica es ovifera.
Son plantas herbáceas anuales, de crecimiento indeterminado y por lo general reptantes o trepadoras que alcanzan en su forma varios metros de largos tallos, lanzando además zarcillos mediante los cuales se fijan a la vegetación adyacente o estructuras de entutorado.
El sistema radicular está constituido por una raíz principal de gran desarrollo en relación con sus raíces secundarias de carácter superficial. También pueden aparecer raíces adventicias desde los mismos entrenudos de sus tallos al contacto con la tierra húmeda.
Las hojas son en general palmadas de buen tamaño y de especto áspero por su parte inferior. El color de las hojas oscila entre el verde claro y oscuro, dependiendo de la variedad, con pequeñas manchas blanquecinas.
Sobre el tallo principal se desarrollan tallos secundarios, presentando un crecimiento en forma sinuosa, pudiendo alcanzar varios metros de longitud dependiendo de la variedad comercial. Este es cilíndrico, grueso, de superficie pelosa con aspecto áspero al tacto. En él se encuentran los entrenudos de los que parten las hojas, flores, frutos y numerosos zarcillos.
Las flores son masculinas y femeninas en una misma planta, de buen tamaño y acampanadas, estando adaptadas a la polinización por abejas. La corola está constituida por cinco pétalos de color amarillo. La flor femenina se une al tallo por un corto y grueso pedúnculo, mientras que en las flores masculinas (de mayor tamaño) dicho pedúnculo puede alcanzar hasta los 40 centímetros.
Los frutos son el producto por el que se cultivan habitualmente y técnicamente se denominan bayas. En su interior se encuentran varios centenares de semillas. Estas son de color blanco-amarillento, ovales, alargadas, puntiagudas y lisas.
Material vegetal
Clemente Viven comercializa las semillas de calabazas ornamentales en sobres con mezclas de variedades. De esta forma, el resultado final es un gran surtido de calabacitas decorativas con diversidad de formas y colores.
En los sobres aparece la fotografía como ejemplo de los diversos frutos que podemos obtener al final del cultivo. También lo acompaña una tabla con información esquematizada de sus fechas de siembra y algunos aspectos sobre su cultivo.
Cultivo
La calabaza no es demasiado exigente en cuanto a temperatura. De hecho lo es menos que el melón, pepino y sandía.
El gran desarrollo foliar de la planta y su elevado contenido en agua del fruto, nos indican que se trata de un cultivo exigente en agua. No obstante, los excesos de humedad en el suelo pueden ocasionar asfixia radicular. En cambio, su escasez provoca la deshidratación de la planta, la reducción del desarrollo vegetativo, una deficiente fecundación por caída de flores, una disminución de la producción y un retraso del crecimiento.
Como planta muy exigente en luminosidad, su cultivo debe de realizarse al aire libre y nunca en zonas sombreadas.
Se adapta con facilidad a todo tipo de suelos, aunque prefiere aquellos de textura franca, profundos y bien drenados. Sin embargo es una planta muy exigente en materia orgánica.
Como comentamos, prefiere un requiriendo de riegos frecuentes, aunque en suelos arcillosos el exceso de humedad suele ocasionar problemas en las raíces.
La calabaza ornamental suele realizarse la siembra directa en el suelo a razón de 2-3 semillas por golpe. Estas, al germinar a la vez, le facilitará la rotura de la costra del suelo.
Las semillas germinan entre los 5 y 8 días tras la siembra. Durante este proceso es imprescindible que el terreno no se quede seco. Los marcos de siembra se establecen en función del porte de la planta cultivada. Suelen oscilar entre 1 y 2 metros entre líneas y 0,5-1 metros entre plantas. La siembra o plantación se realiza a tresbolillo.
Cuando nacen más de una planta por golpe y se encuentran en estado de 2-3 hojas verdaderas (esto sucede a los 8 ó 10 días desde la germinación), se procede al aclareo. Este consiste en ir dejando la más vigorosa y eliminando las restantes.
En caso de realizarse un aclareo más tarde, es conveniente eliminar las plantas cortando el tallo por su base, en vez de arrancarlas, dado que las raíces están más desarrolladas y podemos ocasionar daños a la planta que queda.
A los 20 días aproximadamente de la germinación, se puede proceder a una labor de aporcado. Esta consiste en cubrir con tierra parte del tronco de la planta para reforzar su base y favorecer el desarrollo radicular. Es aconsejable no sobrepasar la altura de los cotiledones.
Lo habitual es que la planta crezca y se desarrolle sobre el suelo de una forma tapizante o rastrera. Pero en ocasiones se procede a entutorarla sobre una estructura creada para tal fin. En tal caso, el entutorado debe comenzar cuando el tallo comienza a inclinarse, con objeto de restablecer su verticalidad. Con este sistema se consigue aprovechar mejor la iluminación, se mejora la ventilación, se reduce el ataque de enfermedades y se facilitan los trabajos de cultivo.
Si se desea se pueden realizar diversos trabajos que mejoraran la calidad del cultivo, estos pueden ser por ejemplo del deshojado, limpieza de flores, limpieza de frutos,… Pero hay que saber que ellos no son imprescindibles para el buen resultado del cultivo. Simplemente los mejora.
Como dice el dicho popular… “cuanto más azúcar… más dulce. Por ello, si se desea realizarlos podemos empezar con el deshojado. Este se realiza cuando las hojas de la parte baja de la planta están muy envejecidas o cuando su excesivo desarrollo dificulte la luminosidad o la aireación. No deben eliminarse más de dos hojas.
La limpieza de flores se realiza una vez que se desprenden completada su función, cayendo sobre el suelo o sobre otros órganos de la planta, pudriéndose con facilidad. De esta forma se evita que se pudran sobre el cultivo.
La limpieza de frutos, consiste en suprimir los frutos que presenten daños de enfermedades, malformaciones o crecimiento excesivo. Así, todos los frutos que quedan en la planta llegarán a mejor fin.
En cuanto al riego, este puede realizarse tanto localizado o goteo, como a pié, también denominado a manta o por surcos. El primer riego se dará un día antes de la siembra, dando riegos ligeros tras la misma, de volumen y frecuencia variable en función del suelo y época de siembra. Si el riego es a manta, el segundo riego puede retrasarse hasta los 20 ó 25 días. A partir del segundo riego, los riegos se llevarán a cabo cada 7 ó 10 días, dependiendo fundamentalmente de la climatología.
Los fertilizantes de uso más extendido son los abonos simples en forma de sólidos solubles (nitrato cálcico, nitrato potásico, nitrato amónico, fosfato monopotásico, fosfato monoamónico, sulfato potásico, sulfato magnésico, etc). También es importante el aporte de microelementos, que años atrás se había descuidado en gran medida y resulta vital para una nutrición adecuada de la planta.
Plagas
Entre las plagas que se pueden presentar durante el cultivo, principalmente se encuentran:
- – Araña roja (Tetranychus urticae, T. turkestani y T. ludeni). Se desarrolla en el envés de las hojas causando decoloraciones, punteaduras o manchas amarillentas que pueden apreciarse en el haz. Las temperaturas elevadas y la escasa humedad relativa favorecen el desarrollo de esta plaga.
Tratamientos con materias activas como abamectina, aceite de verano, acrinatrin, amitraz, bifentrin, bromopropilato, dicofol, dinobuton, fenbutestan, fenpiroximato, hexitiazox, propargita, tebufenpirad, tetradifón, etc.
– Mosca blanca (Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci). Realizan las puestas en el envés de las hojas. De éstas emergen las primeras larvas que posteriormente se manifiestan como pequeñas moscas blancas. Los daños directos son amarillamiento y debilitamiento de las plantas al alimentarse, absorbiendo la savia de las hojas.
Los daños indirectos se deben a la proliferación de negrilla sobre la melaza producida en la alimentación y la transmisión de posibles virosis.
Tratamientos con materias activas como Fenpropatrin, Tralometrina,…
– Pulgón (Aphis gossypii y Myzus persicae). Forman colonias y se distribuyen en focos que se dispersan, principalmente en primavera y otoño.
Tratamientos con materias activas como acefato, alfa-cipermetrin, bifentrin, carbosulfan, cipermetrin, deltametrin, endosulfan, esfenvalerato, etofenprox, fenitrotion, fenpropatrin, fenvalerato, flucitrinato, fosalon, imidacloprid, lambda cihalotrin, metil-pirimifos, metomilo, permetrin, pirimicarb, propoxur, etc.
- – Trips (Frankliniella occidentalis). Colonizan los cultivos realizando las puestas dentro de los tejidos vegetales en hojas, frutos y, preferentemente en flores. Los daños directos se producen por la alimentación de larvas y adultos, sobre todo en el envés de las hojas, dejando un aspecto plateado en los órganos afectados que luego se necrosan. El daño indirecto es el que acusa mayor importancia y se debe a la transmisión de posibles virosis.
Tratamientos con materias activas como atrin, cipermetrin, clorpirifos-metil, deltametrin, fenitrotion, formetanato, metiocarb, etc.
– Minadores de hoja (Liriomyza trifolii, Liriomyza bryoniae, Liriomyza strigata y Liriomyza huidobrensis). Las hembras adultas realizan las puestas dentro de las hojas jóvenes, donde al desarrollarse la larva ocasiona las típicas galerías.
Tratamientos con materias activas como abamectina, ciromazina, pirazofos…
– Orugas (Spodoptera exigua, Spodoptera litoralis, Heliothis armigera, Heliothis peltigera, Chrysodeisis chalcitos y Autographa gamma). Son todo un grupo de orugas que tienen en común los daños producidos al comerse las hojas, tallos e incluso los frutos.
Tratamientos con materias activas como acefato, alfa-cipermetrin, Bacillus thuringiensis, betaciflutrin, bifentrin, ciflutrin, cipermetrin, clorpirifos, deltametrin, esfenvalerato, etofenprox, fenitrotion, fenvalerato, flucitrinato, flufenoxuron, lambda cihalotrin, metil-pirimifos, metomilo, permetrin, propoxur, tau-fluvalinato, teflubenzuron, tiodicarb,, tralometrina, triclorfon,…
– Nemátodos (Meloidogyne javanica, M. arenaria y M. incognita). No es muy importante pero afectan prácticamente a todos los cultivos hortícolas, produciendo los típicos nódulos en las raíces que le dan el nombre común de “agallas”.
Tratamientos con materias activas como benfuracarb, cadusafos, carbofurano, dicloropropeno, etoprofos, fenamifos, oxamilo.
Enfermedades
- – Oídio de las cucurbitáceas (Sphaerotheca fuliginea). Se presenta como manchas pulverulentas de color blanco en la superficie de las hojas. Las hojas y tallos atacados se vuelven de color amarillento y se secan.
Tratamientos con materias activas como Benomilo, Azufre + Ciproconazol,…
– Podredumbre gris (Botrytis cinerea). Ataca a un amplio número de especies vegetales. En hojas y flores se producen lesiones pardas y en frutos se produce una podredumbre blanda.
Tratamientos con materias activas como Benomilo, Tebuconazol,…
– Podredumbre blanca (Sclerotinia sclerotiorum). En la planta produce una podredumbre blanda, acuosa al principio y que posteriormente se seca más o menos según la turgencia de los tejidos afectados, cubriéndose de un abundante moho algodonoso blanco.
Tratamientos con materias activas como captan + tiabendazol, clozolinato, procimidona, tebuconazol, tiabendazol + tiram, tiram + tolclofos-metil, tolclofos-metil, vinclozolina…
– Podredumbre blanda (Erwinia carotovora). Las plantas afectadas suelen desprender un olor nauseabundo.
El tratamiento… eliminar las plantas afectadas ya que los tratamientos químicos son poco eficaces.
Virosis
Como a cualquier otra cucurbitacea, existen numerosas virosis que pueden aparecer y crear problemas. Estos son más preocupante cuando el cultivo es a nivel profesional ya que por una parte está el factor de rentabilidad, y por otra, al ser cultivos más forzados suelen ser más propensos a que aparezcan dichos problemas.
Como curiosidad, mencionaremos las siglas con las que se le conocen: ZYMV (Virus de Mosaico Amarillo), CMV (Virus del Mosaico del Pepino), WMV-2 (Virus del Mosaico de la Sandía), CVYV (Virus de las venas amarillas del pepino).