El almendro es originario de las regiones montañosas de Asia Central y se cultiva en España desde hace más de 2.000 años, probablemente introducido por los fenicios y posteriormente propagado por los romanos.
El almendro pertenece a la familia de las Rosáceas y su nombre botánico es Prunus amygdalus. Sus raíces lo configuran unas pocas de mayor diámetro, que se desarrollan en amplitud y profundidad y de las que salen sucesivas ramificaciones configurando un sistema radicular de gran volumen y longitud.
Su tronco es liso en la juventud, pasando a ser muy agrietado con el tiempo. La corteza es verde, cuando el árbol es joven, y marrón y grisácea cuando el árbol es adulto.
Como órganos fructíferos se encuentran denominados técnicamente los ramos mixtos, las chifonas y los ramilletes de mayo, los más importantes, que presentan yemas solitarias.
Sus hojas son de tipo lanceolado, largo, estrecho y puntiagudo, de color verde intenso.
Sus flores poseen cinco sépalos y cinco pétalos con colores variables entre blanco y rosado. Y su fruto es una drupa de cáscara dura con una semilla normalmente, es el producto de consumo, que posee dos tegumentos envolventes.
Hay que tener en cuenta que el almendro es una especie autoincompatible, por lo que requiere la polinización cruzada. Deben colocarse polinizadores para obtener un mayor cuajado.
El almendro en el mundo
En España, el cultivo del almendro se estableció al principio en las zonas costeras, donde sigue predominando, pero en la actualidad también se ha introducido hacia el interior e incluso en las zonas del norte, donde el clima no le es muy favorable.
Dentro del mercado de los frutos secos, la almendra ocupa el primer lugar tanto a nivel internacional como a nivel nacional. De hecho, la producción mundial de almendra, ha crecido paulatinamente en los últimos años y actualmente Estados Unidos es el principal país productor de almendras, seguido de España e Italia.
En toneladas anuales, Estados Unidos supera las 400.000, seguido de España con unas 260.000 e Italia con algo más de 100.000. Le siguen a menor cantidad Marruecos, Túnez, Grecia, etc.
Tierra y suelo
El almendro es un árbol muy rústico, pudiendo sobrevivir en condiciones muy complicadas. Es un frutal de zonas cálidas, por lo que resulta poco tolerante al frío, requiriendo entre escasas 200 y 400 horas-frío. Es muy tolerante a la sequía.
Necesita de un largo período para la maduración del fruto. Como consecuencia, florece en enero y hasta nueve meses después no se recolecta.
Prefiere suelos sueltos y arenosos, perjudicándole los encharcados y pesados.
Variedades
Siempre se trabaja en conseguir nuevas variedades, intentando mejorar aspectos como son la productividad, época y densidad de floración, facilidad de formación y poda, tolerancia a condiciones adversas del medio (heladas, sequía, frío, etc.), resistencia a plagas y enfermedades, características en la mejora de la semilla, época de maduración, facilidad de recolección y pelado, etc.
Uno de los aspectos interesantes en el almendro es su época de floración ya que influye directamente en las posibilidades de obtención de una buena cosecha, debido a la incidencia de tres factores: la polinización, las lluvias y las heladas.
Para obtener la máxima polinización, debemos prestar atención a la elección de diferentes variedades para que se polinicen entre ellas. La cercanía de colmenas de abejas también mejora la cantidad de flores cuajadas.
En cuanto a las heladas, se trata de un problema en el momento de la floración o inmediatamente después, lo que en algunos casos puede anular totalmente la cosecha. Para superar el problema de las heladas se han buscado variedades de floración tardía.
Entre las variedades más comerciales se encuentran:
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• “Marcona”. Considerada como la variedad de mayor calidad a nivel mundial. Es muy productiva. Fruto de cáscara dura y semilla homogénea de forma redondeada. Árbol de vigor medio con floración de media estación o precoz.
• “Desmayo Largueta”. Es una variedad española de producción media-alta. Es de floración precoz y recolección semitardía. Fruto muy duro y alargado; semilla alargada puntiaguda y algo plana.
• “Desmayo rojo”. También es una variedad española de floración tardía. Fruto muy grueso y compacto de tonos rosados y semilla alargada con punta compacta.
• ”Guara”. De fruto con cáscara dura y semilla bastante alargada.
• ”Ferraduel”. Variedad francesa de floración tardía, muy productiva y recolección de media estación a tardía. Fruto de cáscara dura y semilla elíptica, plana y ancha.
• “Atocha”. Se trata de una variedad española y muy productiva y con almendra de calidad. Floración de temprana a media estación. Fruto con cáscara muy dura y alargada y semilla elíptica de color crema.
• ”Ayles”. Es de floración tardía y maduración de media estación. Fruto con cáscara dura y semilla acorazonada de alto rendimiento.
• “Cristomorto”. Variedad italiana de floración tardía y maduración media. Fruto de cáscara dura ovalado y semilla elipsoidal aplastada, con aparición de bastantes semillas dobles.
• “Ferragnès”. Es una variedad francesa muy vigorosa y productiva de floración a media estación. Fruto de cáscara blanda y semilla alargada y abultada centralmente.
• “Garrigues”. Es de fruto pequeño redondeado y semilla pequeña con alguna estría profunda.
• “Moncayo”. Es una variedad de floración tardía, con fruto con cáscara dura y semilla amigdaloide alargada.
• “Nonpareil”. Variedad de fruto de cáscara blanda y semilla elíptico redondeada.
• “Tuono”. Variedad italiana de floración tardía con fruto grande y de cáscara dura con semilla oblonga y apuntada en uno de sus extremos.
Entre los patrones más utilizados se encuentran el Franco de almendro, el Franco de melocotonero y los Híbridos de melocotonero x almendro.
Las variedades que comercializa Clemente Viven (“Marcota”, “Ferraduel” y “Ferragnes”) se pueden encontrar en el mercado como planta preplantada (en presentación extra, bolsa, caja y maceta), tanto en centros de jardinería como en grandes superficies.
Clemente Viven, tras su arranque en campo, selecciona los almendros, se limpian y se procede a su preplantado con un sustrato especialmente preparado que ayuda a mantener una humedad adecuada en las raíces hasta su plantación en el campo o jardín.
Ya preparada la planta se introduce en una atractiva caja expositora con información de la indicación varietal, controles de calidad e indicaciones para su plantación.
Estos envases se encuentran a su vez en expositores de madera junto con otros frutales de plantación en la misma campaña.
Todo el proceso está sometido a controles y se encuentra totalmente regulado, con el fin de garantizar hacia los consumidores finales, que el almendro que se adquiere de Clemente Viven comienza su brotación en el momento oportuno en su campo o jardín.
Su cultivo
Tras la compra de los almendros se procede a su plantación. Para ello, lo primero es el diseño de la plantación y con ello el marco de su plantación.
Según la elección de la variedad, con su vigor característico, se emplean marcos de plantación distintos. Los tradicionales están comprendidos entre 7,5 x 5,5 y 6 x 3,5, con formación en vaso. En variedades poco vigorosas pueden usarse marcos de plantación de 6×6 ó 6×5 metros.
Para la preparación del terreno, primero se debe desfondar sobre unos 90 cm si el suelo está muy compactado, con la finalidad de favorecer el posterior desarrollo de raíces y la entrada del agua de lluvia, además de poder aplicar el abonado de fondo a base de un estiércol bien humificado como mejorador de suelo.
Para su plantación, se comenzará realizando un hoyo algo más profundo que el cepellón que presenta la planta comprada. Se llenará de agua con el fin de que esta filtre lo más posible alrededor del hoyo.
Mientras tanto, quitaremos con cuidado el envoltorio que protege las raíces y el sustrato. Una vez desaparecida el agua, colocaremos la planta asentada sobre la base del hoyo y la recubriremos con el resto de la tierra que tenemos. Presionaremos ligeramente y volveremos a regar.
Si lo deseamos podemos por una parte añadir a la tierra removida el producto “Locid” para mejorar el arraigo.
A partir de aquí, regar periódicamente sin dejar que el terreno se seque demasiado hasta que la planta tenga nuevas raíces. El almendro responde muy bien al riego, se ha comprobado que aumenta su producción, doblándola con facilidad y regularizándola.
Si el cultivo va a ser de secano, el abonado se realizará sobre todo en invierno y con aportación de nitrógeno durante el período vegetativo. Si es de regadío, se puede llevar normalmente un plan de abonado utilizado mediante el riego.
Los aportes de abono nitrogenado suelen llevarse a cabo en primavera y en otoño para la floración del año siguiente. Se suele utilizar el sulfato amónico al 33,5%, el superfosfato de cal al 18% y el cloruro potásico al 50%.
En la poda de formación se tendrán en cuenta aspectos como el marco de plantación, la entrada en producción de la variedad elegida, así como el vigor y hábito de crecimiento de la misma. Esta se suele realizar en vaso, pero también puede ser en espaldera.
Antiguamente, sólo se realizaban podas de rejuvenecimiento cada cierto número de años. Actualmente se aconseja el ir eliminando la madera muerta, las ramas mal erigidas y los chupones y se rebajarán los ramos mixtos a ramos de mayo.
La recolección de la almendra depende del estado de maduración de la variedad, siendo su método más popular el de “vareo”, de forma que la fruta va cayendo sobre unas telas previamente extendidas sobre el suelo.
Plagas y enfermedades
Plagas
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• Orugueta (Aglaope infausta)
Es una oruga que se alimenta de las hojas cuando éstas comienzan a brotar, produciendo unas galerías peculiares.
Para su control, realizar tratamientos a base de materias activas como el Carbaril, Fosalon, Malation, Metil Azinfos, Metidation, Napropamida, Triclorfon, etc.
• Tigre (Monosteira unicostata)
Es un insecto que en primavera, se sitúan bajo la cara inferior de las hojas donde practican numerosas picaduras. Los síntomas se manifiestan por el amarilleo en el haz de las hojas y por la característica deposición de los excrementos, que quedan adheridos al envés, dando lugar a unos típicos punteados negros.
Para su control, realizar tratamientos a base de Rotenona y Piretroides.
• Polilla defoliadora (Malacosoma neustria)
Es una larva muy voraz y que tiene mucha actividad en primavera. Estas devoran las yemas y brotes y construyen un nido enrollando las hojas y uniendo sus bordes con un hilo de seda blanquecino, que recubren con abundante polvo amarillento.
Para su control, realizar tratamientos a base de materias activas como el Carbaril, Deltametrina, Metomilo y Metil-Azinfos.
• Pulgón
Suelen atacar a los brotes más jóvenes y las hojas dando lugar a enrollamientos y deformaciones, los brotes se desarrollan mal y sus entrenudos quedan muy cortos. Si el ataque es muy fuerte puede dar lugar a deformaciones.
Para su control, realizar tratamientos a base de materias activas como el Diazinon, Fention, Etil Azinfos, Fosalones, Malation, Dimetoato y Endosulfan.
• Barrenillo (Scolytus amydali Guer)
Son coleópteros de color oscuro y forma cilíndrica que afectan a diversos cultivos leñosos. En las ramas se observa el serrín que produce el adulto al excavar las galerías en la madera con poca circulación de savia.
Para su control, realizar tratamientos a base de materias activas como el Dimetoato, Metidation, Diazinon y Malation.
• Antonomos (Anthonomus amygdali)
Los daños son causados, principalmente, en las yemas florales, que no se desarrollan y se secan, por lo que, en casos de ataques graves, se produce una fuerte disminución del número de flores.
Para su control, realizar tratamientos a base de materias activas como el Carbaril.
• Cochinillas
Esta plaga suele afectar más a las partes más altas e iluminadas del almendro. Las cochinillas reducen el vigor de los almendros.
Para su control, realizar tratamientos a base de materias activas como el Piriproxifen y Buprofezin.
• Gusano cabezudo (Capnodis tenebrionis)
El adulto ataca las brotaciones en los que produce defoliaciones, pues se alimenta de hojas más o menos tiernas royendo también las ramas jóvenes.
Para su control, realizar tratamientos a base de materias activas como el Fenitrotion.
Enfermedades
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• Moniliosis
En las ramas se presentan lesiones como chancro.
Para su control, realizar tratamientos a base de materias activas como el Benomilo, Carbedazima, Mancozeb, Procimidona, etc.
• Antracnosis
Esta enfermedad afecta a la almendra al principio de su desarrollo, especialmente las variedades de cáscara blanda y a las hojas, siendo más frecuente en zonas cálidas.
Para su control, realizar tratamientos a base de materias activas como el Captan.
• Fusicocum o chancro
En las hojas, el patógeno induce grandes manchas pardas que son circulares o irregulares en el contorno. Este hongo produce chancros y zonas de secado rápido en las ramillas.
Para su control, realizar tratamientos a base de materias activas como el Benomilo, Carbendazima, Ziram, etc.
• Cribado o perdigonada
Este hongo ataca tanto a las hojas como a los brotes jóvenes. También puede afectar a los frutos de almendro, que aparecen manchados y con necrosis circulares que segregan goma.
Para su control, realizar tratamientos a base de materias activas como el Zineb, Ziram, etc.
• Roya del almendro
Los síntomas son unas manchas cloróticas en las hojas, visibles en el haz y que corresponden con las típicas pústulas rojizas.
Para su control, realizar tratamientos a base de materias activas como el Mancozeb, Zineb, Ziram, etc.