La Ampelopsis

La Ampelopsis veitchii o Vitis inconstans, es una planta ornamental trepadora que se le conoce con multitud de nombres dependiendo del lugar. Entre ellos, la parra virgen, parra de Virginia, viña virgen, viña de Virginia, parra del Japón, hiedra japonesa, enamoradas del muro, vid de doncella, etc. A todo ello hay que añadir que su otro nombre botánico también correcto es el Parthenocissus tricuspidata.

Hoja de Ampelopsis en rojo

La Ampelopsis, originaria de China y Japón, pertenece a la familia de las Vitáceas y como una de su característica más destacable es que es de un color variable que va desde el intenso color verde en primavera y verano al rojo fuerte en otoño, perdiendo sus hojas durante el invierno.

Otra de sus particularidades, que por otra parte la hacen muy valedora para su utilización como trepadora con respecto a otras plantas para la misma utilización, son sus zarcillos. La Ampelopsis posee unos zarcillos en los extremos de sus ramas, que posteriormente se transforman en unas diminutas ventosas que se adhieren a las paredes, gracias a un adhesivo segregado por la planta. Este sistema de sujeción no daña las paredes ya que no penetran en las posibles grietas.

Su desarrollo es muy rápido y con pocos ejemplares se pueden cubrir grandes superficies de muros o paredes.

Sus hojas muy pecioladas, son caducas, que como decimos viran al rojo en otoño antes de caer. Esta cualidad evita que las paredes acusen la humedad invernal ya que permite que el sol incida directamente sobre la misma.

Ampelopsis

Sus flores son insignificantes y bastante melíferas, al igual que sus frutos achatados y de 6 a 8 mm de diámetro de color azul oscuro.

Clemente Viven presenta esta planta en caja con una planta individual y en estuche con tres trepadoras de distintas variedades

Su cultivo
La Ampelopsis no es muy exigente en cuanto al suelo y clima, por lo que no nos dará problemas en cualquier parte del jardín. Lo que también es cierto es que esta planta se desarrollará mucho mejor en suelos bien fertilizados, drenados y profundos.

En cuanto a la luz tolera tanto el sol como la sombra, aunque con la exposición directa al sol le favorece finalmente en las coloraciones más vivas alcanzadas en el otoño.

Es una planta muy resistente y soporta bien tanto las bajas temperaturas, llegando hasta los 15ºC bajo cero en invierno, como el fuerte calor del verano.

Caja de arbustos trepadores de Clemente Viven

La Ampelopsis se puede encontrar en el mercado con diferentes presentaciones. Estas van desde plantas en macetas con un tutor, normalmente de caña de bambú, hasta en modalidad de planta preplantada sin brotar en invierno. Esta última es una de las presentaciones más populares y se puede encontrar tanto en centros de jardinería como en grandes superficies.

Como planta preplantada es la presentación que mantiene Clemente Viven mediante atractivos envases y para ello, tras su arranque en campo, se seleccionan las plantas, se limpian y se procede a su preplantado con un sustrato especialmente preparado que ayuda a mantener una humedad adecuada en las raíces hasta su plantación en el jardín.

Ya preparada la planta se introduce en una caja expositora con información de la indicación varietal, controles de calidad y las indicaciones base para su plantación.

Estos envases se encuentran a su vez en expositores de madera junto con otras plantas arbustivas y trepadoras de plantación en la misma campaña.

Todo el proceso está sometido a controles y se encuentra totalmente regulado, con el fin de garantizar hacia los consumidores finales, que la planta que se adquiere de Clemente Viven comienza su brotación en el momento oportuno: en su jardín.

Ampelopsis sobre pared

Una vez adquiridas y elegido el lugar de plantación, se comenzará realizando un hoyo algo más profundo que el cepellón que presenta la planta comprada. Se llenará de agua con el fin de que esta filtre lo más posible alrededor del hoyo.

Mientras tanto, quitaremos con cuidado el envoltorio que protege las raíces y el sustrato. Una vez desaparecida el agua, colocaremos la planta asentada sobre la base del hoyo y la recubriremos con el resto de la tierra que tenemos. Presionaremos ligeramente y volveremos a regar.

Si lo deseamos podemos añadir a la tierra removida el producto “Locid®” para mejorar el arraigo. Se trata de un mejorador de suelo que además aporta nutrientes y entre sus principales componente posee polímeros hidroabsorbentes que ayudarán a un importante ahorro de agua.

A partir de aquí, regar periódicamente sin dejar que el terreno se seque demasiado hasta que la planta tenga nuevas raíces. Luego, simplemente los necesarios comunes al resto del jardín.

El abonado se realizará junto al general del jardín, pudiendo aportar los de materia orgánica como es el estiércol o mantillo en invierno, y los de tipo mineral a comienzo de la primavera.

Hojas en rojo de Ampelopsis

Desde su comienzo de brotación, debemos trabajar su guiado para que comience a cubrir la mayor superficie posible de paredes o muros. Sólo recurriremos a la poda en el momento que la planta comience a exceder de los lugares prefijados.

Plagas y enfermedades
La prevención es una gran arma para defendernos de las plagas y enfermedades. Entender como prevención todas aquellas actividades tendentes a evitar que se generen las condiciones más favorables para la infección. Ejemplo de ello es mantener las plantas bien abonadas para conseguir plantas fuertes, no abusar del riego por aspersión para evitar infecciones de enfermedades, etc.

De todas formas, la Ampelopsis es una planta con escasos problemas fitosanitarios. A continuación mencionaremos algunos de los que se pueden presentar, recordando que suelen ser muy raros los casos en los que se dan.

Plagas

    – Araña roja (Tetranychus urticae).
    Es la especie de araña más común. Se desarrolla en el envés de las hojas causando decoloraciones, punteaduras o manchas amarillentas que pueden apreciarse en el haz como primeros síntomas.
    Con mayores poblaciones se produce desecación o incluso defoliación. Los ataques más graves se producen en los primeros estados fenológicos. Las temperaturas elevadas y la escasa humedad relativa favorecen el desarrollo de la plaga. Tratamientos con productos con materias activas como Acrinatrin, Amitraz, Bromopropilato, Fenpiroximato, Fenpropatrin, Piridaben, etc.

    – Pulgón (Aphis gossypii y Myzus persicae).
    Son las especies de pulgón más comunes. Forman colonias y se distribuyen en focos que se dispersan, principalmente en primavera y otoño, mediante las hembras aladas.
    Tratamientos con productos con materias activas como Acefato, Benfuracarb, Carbofurano, Diazinon, Endosulfan, Esfenvalerato, Fenpropatrin, Flucitrinato, Tiametoxam, etc.

    – Orugas (Spodoptera exigua, Heliothis armigera, Chrysodeisis chalcitos…).
    La biología de estas especies es bastante similar, pasando por estados de huevo, estados larvarios y pupa. Los huevos son depositados en las hojas, preferentemente en el envés, y los daños son causados por las larvas al alimentarse.
    Tratamientos con productos con materias activas como Acefato, Betaciflutrin, Ciflutrin, Clorpirifos, Diazinon, Endosulfan, Esfenvalerato, Etofenprox, Fenpropatrin, Flufenoxuron, Permetrin, Tiodicarb, etc.

    – Caracoles y babosas.
    Son moluscos gasterópodos que se alimentan de la vegetación. Tratamiento con productos en forma de cebos a base de Metaldehído y otros productos que frenan su avance sin daños colaterales como por ejemplo polvo de cacao.

    – Hormigas.
    No son una plaga en sí. Más bien aparecen como respuesta a un problema como por ejemplo el Pulgón ya que acuden a alimentarse de la melaza que estos generan. Eliminando el Pulgón… se eliminan las Hormigas.

    – Cochinillas.
    Sus daños consisten, esencialmente, en la sustracción de savia que provoca una depresión general en toda la planta, además de producir melaza, un líquido azucarado responsable de las innumerables colonias de hormigas.
    Para su control, realizar tratamientos a base materias activas como Aceite de verano, Buprofezin, Etion, Napropamida, etc.

Fachada de casa con Ampelopsis

Enfermedades

    – Oidio (Leveillula taurica).
    Los síntomas que aparecen son manchas amarillas en el haz que se necrosan por el centro, observándose un fieltro blanquecino por el envés. En caso de fuerte ataque la hoja se seca y se desprende.
    Tratamientos con productos con materias activas como Azufre, Fenarimol, Tetraconazol, Triadimefon, etc.

    – Podredumbre gris (Botrytis cinerea).
    En hojas y flores se producen lesiones pardas en las que se observa una vellosidad gris del hongo.
    Tratamientos con productos con materias activas como Benomilo, Captan, Carbendazima, Folpet, etc.

    – Mildiu (Phytophthora infestans).
    Este hongo es el agente causal del Mildiu del tomate y de la patata, afectando a otras especies de la familia de las Solanáceas.
    Ataca a la parte aérea de la planta y en cualquier etapa de desarrollo. En hojas aparecen manchas irregulares de aspecto aceitoso al principio que rápidamente se necrosan e invaden casi todo el foliolo.
    Tratamientos con productos con materias activas como Azoxystrobin, Captan + Tiabendazol, Clortalonil + Metalaxil, Cimoxanilo + Metiram, etc.

    – Roya.
    Entre las especies más conocidas destacan la roya negra (P. graminis) que parasita el trigo y otras gramíneas (centeno, avena y arroz) y la roya parda del trigo (P. triticina). La roya ataca a los órganos aéreos de las plantas, en los que aparecen pústulas pulverulentas y herrumbrosas rojizas. Le favorece el calor y la humedad. La forma de combatirla es mediante los mismos productos indicados para el Mildiu.