El albaricoquero es un árbol que puede pasar fácilmente de los 6 metros de altura formando una copa redondeada. Pertenece a la familia de las Rosáceas y la especies Armeniaca vulgaris. Procede de Asia (China) y África.
La corteza de su tronco es pardo-violácea y sus ramas rojizas y extendidas cuando son jóvenes. En cuanto a su sistema radicular posee una raíz principal vertical.
Sus hojas son arrolladas cuando son jóvenes, lisas, brillantes, irregularmente dentadas, ovales, algo acorazonadas en la base y con el haz de color verde oscuro y más pálidas en el envés.
Sus flores son grandes, solitarias, con cáliz rojo y pétalos blancos o rosados. Aparecen en primavera antes que las hojas.
Su fruto es una drupa globosa, amarilla y muy sabrosa. Su piel más o menos anaranjada, está teñida de rojo en la parte expuesta al sol, recubierta de una finísima pubescencia y con un surco muy marcado, que se extiende del pedúnculo a la parte opuesta. Su pulpa está más o menos adherida al hueso, es más o menos jugosa y perfumada.
Clima y suelo
El albaricoquero es un árbol bastante rústico, propio de climas templados, aunque resiste bien los fríos invernales. Es exigente en calor estival para la completa madurez de la fruta y a su vez resistente a la sequía. La mejor altitud para su cultivo es la de 200-500 metros.
En cuanto a suelo, es muy poco exigente aunque prefiere los suelos cálidos, secos, ligeros y profundos. Los suelos fuertes, fríos y húmedos, con tendencia al estancamiento de agua son fatales para el albaricoquero.
Cultivo
El albaricoquero se propaga principalmente por injerto sobre diferentes patrones: Franco, Ciruelo San Julián, Ciruelo Mirabolano, Ciruelo Reina Claudia y Almendro
Entre las variedades más conocidas se encuentran las siguientes:
-
– “Bulida”: Variedad española de fruto grande con surco poco profundo y de color amarillo. Su carne es dulce, jugosa y perfumada. Recolección a primeros de junio.
– “Canino”: Variedad española de fruto regular, casi redondo y grande, de color amarillo anaranjado intenso, apenas rojo en el lado soleado. Su carne es firme, de sabor agradable y medianamente perfumado. Recolección en junio.
– “Nancy”: Fruto de tamaño muy grande y casi esférico, de color amarillo oro veteado de rojo. Piel bastante espesa con algunos abultamientos pequeños. Carne de color cobrizo, perfumada y con sabor fino y dulce. Recolección en julio.
– “Paviot”: Fruto de tamaño muy grande, de color anaranjado y rojo intenso en la insolación. Su carne es amarilla de gran finura, agradable y perfumada. Recolección en julio-agosto.
– “Maniquí”: Fruto grueso, oval y aplastado. De carne blanca jugosa, perfumada y azucarada. Maduración a finales de junio o primeros de julio.
– “Palabras”.
– “Rojo de Carlet”.
En Clemente Viven, se comercializan las variedades “Canino”, “Palabras” y “Rojo de Carlet” en los siguientes formatos:
-
· Extra: De 1,60 m de altura con 7 litros de substrato (en bolsa) con la litografía de la variedad y en cajas para el punto de venta con 50 unidades en surtido.
· Bolsa: Con 1,20 m de altura aproximada con litogrfía de la variedad y se suministra en cajón con 200 unidades en surtido.
· Maceta: Se suministra todo el año en cajones con 30 plantas en maceta de 22 ó 24 cm Ø.
· Caja: Con una altura de 0,40 m con algo más de sustrato que los rosales. Al punto de venta se puede suministrar en caja con 15 plantas o en expositor con 75 plantas.
Tras adquirir las plantas en, se procede a la preparación del terreno y tras realizar un hoyo lo suficientemente grande para enterrar todo el sistema radicular hasta el nivel en el que viene la planta preplantada. El marco de plantación depende en gran medida del patrón ya que el confiere a la planta diferentes niveles de desarrollo. Pero esta distancia entre plantas puede oscilar entre los 4 a los 6 metros.
Para el abonado y como orientación, durante los cuatro primeros años se pueden aportar las siguientes cantidades de abono: de Sulfato amónico de 0,75-2 kg/árbol, de Superfosfato de 0,75-2 y de Sulfato de potasa de 0,60-1,5. A partir del quinto año, el abonado se puede incrementar en Sulfato amónico a 2-5 kg/árbol, de Superfosfato de 2,6-6,5 y de Sulfato de potasa a 2-5 kg/árbol. Siempre repartidas a lo largo del año.
La poda se dará para obtener una formación más o menos libre o en vaso. Hay que tener en cuenta que el botón de flor se desarrolla sobre la madera del año y con más frecuencia sobre la madera de dos o tres años para la formación de ramilletes de mayo. Por lo tanto trabajaremos para conservar este tipo de madera.
La poda tendrá pues como fin el mantener los brotes bastante cortos, favorecer la brotación de las yemas de la base y su transformación en brindillas, rejuvenecer los brotes cada tres, cuatro o más años mediante una poda corta.
La recolección conviene que se realice algunos días antes de la maduración si deseamos conservar ese fruto algo más de tiempo antes de su consumo.
Plagas y enfermedades
Plagas:
-
– Pulgones.
Es una de las plagas más corrientes en los cultivos de huerta y frutales, causando daños en las plantas que son atacadas. Entre las especies más frecuentes está el pulgón verde del melocotonero (Myzus persicae), el pulgón verde del almendro (Brachycaudus helichrysi) y el pulgón ceroso (Hyalopterus amygdali).
Todos ellos están provistos de un largo pico que clavan en las plantas para chuparles el jugo.
Para su control, realizar tratamiento a base de materias activas como pirimicarb, dioxocarb, endosulfan, acefato, etiofencarb, metomilo, tiometon, etc.
- – Barrenillos.
Se trata de los escarabajos Scolytus y Xyleborus dispar, cuyas larvas penetran en los troncos y ramas gruesas.
Para su control, realizar tratamiento a base de materias activas como mevinfos, diazinon, paration, etc.
- – Cochinilla perniciosa o Piojo de San José (Quadraspidiotus perniciosus).
Ataca a toda especie de árboles frutales, tanto de pepita como de hueso, y también a numerosas plantas ornamentales, arbustivas o arbóreas. Las larvas recién nacidas buscan el sitio donde fijar su pico chupador y encontrado lo clavan permaneciendo allí durante el resto de su desarrollo.
Para su control, realizar tratamiento a base de materias activas como metil-azinfos, fenitrotion, fentoato, paration, etc.
– Mosca de la fruta (Ceratitis capitata).
Es una mosca algo más pequeña que la común que presenta los ojos verdes, el tórax gris plateado y el abdomen amarillo con dos bandas grises. La hembra está dotada de un puntiagudo taladro que le sirve para hacer la puesta sobre distintos frutos. Las larvas que nacen de estos huevos son blancas y alargadas.
La hembra perfora la piel de la fruta para depositar los huevos. A los 3-5 días nacen las larvas que causan la descomposición de la pulpa.
Para su control, realizar tratamiento a base de materias activas como fention, triclorfon, malation, etc.
Enfermedades:
-
– Oidio.
Ataca las hojas de las extremidades de los ramos, en las que se manifiesta en forma de un polvo blanco que las recubre. Las hojas acaban por caer.
Para su control, realizar tratamiento a base de materias activas como dinocap, quinometionato, pirazofos, bupirimato y el fenarimol.
– Cribado.
Conocida también con el nombre de “perdigonada”, provoca la destrucción de los botones de flor y las yemas de madera.
Para su control, realizar tratamiento a base de materias activas como ziram, tiram, zineb, captan, etc.
– Monilia.
Provoca la podredumbre de los frutos y, a menudo, en la primavera, la destrucción de las flores, de las ramas jóvenes o de las hojas, dando la apariencia de una helada.
Para su control, realizar tratamiento a base de materias activas como captafol, metil-tiofanato, folpet, carbendazima, etc.
– Roya.
Afecta a melocotonero, ciruelo, almendro y albaricoquero provocando una defoliación prematura. En estos frutales, la enfermedad produce en el haz de las hojas unas pequeñas manchas amarillas que se corresponden en el envés con otras de color pardo que al ser frotadas desprenden un polvillo color pardo claro.
Para su control, realizar tratamiento a base de materias activas como zineb, maneb, propineb, etc.
– Gomosis.
Se trata de una alteración de carácter fisiológico que no puede ser atribuida a la presencia de bacterias, virus, insectos ú hongos. No obstante, estas dos últimas causas favorecen su aparición al igual que los malos tratamientos, la carencia de abonado o el cultivo en terrenos no adecuados. Es decir, todo lo que contribuye a debilitar al árbol, lo predispone a la gomosis: podas excesivas, falta de afinidad entre patrón e injerto, abonados desequilibrados, excesiva sequía o humedad persistente, ataques violentos de parásitos vegetales o animales, etc.
La aparición de la goma resulta de la formación en los tejidos de una materia viscosa y blanda, que escapa por las hendiduras, No es raro encontrar lágrimas alargadas, que se escapan en abundancia de las ramas y se desecan al aire.
Para su control… sólo hace falta el buscar las causas de la secreción de la goma y corregirlas. Hacer las podas más moderadas, si es posible, a fin de verano: drenar el suelo, hacer correctamente los tratamientos contra las plagas y enfermedades, y sobre todo no escatimar en el abonado.