El Hibiscus syriacus

El género Hibiscus acoge a muchas especies, siendo en España la “Rosa de China” (Hibiscus rosa-sinensis) y la “Rosa de Siria” (Hibiscus syriacus) las más populares.

Flor doble hibiscus syriacus fucsia

Ambas especies prefieren los climas cálidos, si bien el Hibiscus syriacus soporta mucho mejor los fríos. Así, el archipiélago canario y sur peninsular, con su clima más propicio, es el que cuenta con un mayor número de estas llamativas flores durante todo el año. En el resto de la península y Baleares, y sobre todo en zonas con clima continental, también pueden verse florecer, pero a partir de la entrada del buen tiempo, normalmente en plena primavera.

Centrados en el Hibiscus syriacus, su nombre procede de Hibiscus, como nombre antiguo griego y latino, y syriacus del latín syriacus-a-um que significa “procedente de Siria”. En realidad es originaria del continente asiático, más concretamente de la India y China. Pertenece a la familia de las Malvaceas y esta alberga al género “Hibiscus” y este a su vez a la especie syriacus.

Como información general, al género “Hibiscus” también pertenecen el Hibiscus coccineus, el H. elatus, el H. ludwigii, el H. moscheutos, el H. mutabilis, el H. schizopetalus, el H. sebastianii, H. rosa-sinensis, etc.

Descripción
Es una de las mejores plantas ornamentales. Posee un tallo arborescente con abundantes ramificaciones. Por lo tanto estamos ante un arbusto o arbolito caducifolio que llega a alcanzar hasta los 3 ó 4 metros de altura.

Hibiscus syriacus en alineación

Sus hojas son alternas de unos 3 e incluso 9 centímetros de longitud. Su forma es ovada, generalmente con 3 lóbulos estrechos y de bordes toscamente dentados. Estas están unidad a las ramas por un pecíolo de algo más de un centímetro de longitud.

Las flores son muy abundantes y solitarias o en pares. Si bien se conocen más de 40 cultivares de interés, en realidad, son muy pocas las que se encuentran en el mercado, con corola sencilla o doble, con los pétalos de 4 a 7 centímetros de longitud y de color blanco, lavanda o rosa. El tamaño total de sus flores se sitúa entre los 5 y 10 centímetros de longitud total dependiendo de las condiciones de cultivo y época del año.

Boton floral Hibiscus syriacus

Mercado
El Hibiscus syriacus se puede encontrar en el mercado con diferentes presentaciones. Estas van desde pequeñas plantas en macetas hasta en formato con formación de arbolito. Pero una de las presentaciones populares es la de planta preplantada y se puede encontrar tanto en centros de jardinería como en grandes superficies.

Esta última es la presentación que mantiene Clemente Viven mediante atractivos envases y para ello, tras su arranque en campo, se seleccionan las plantas, se limpian y se procede a su preplantado con un sustrato especialmente preparado que ayuda a mantener una humedad adecuada en las raíces hasta su plantación en el jardín.

Hibiscus de Clemente Viven

Ya preparada la planta se introduce en una caja expositora con información de la indicación varietal, controles de calidad e indicaciones para su plantación. Estos envases se encuentran a su vez en expositores de madera junto con otras plantas arbustivas de plantación en la misma campaña.

Todo el proceso está sometido a controles y se encuentra totalmente regulado, con el fin de garantizar hacia los consumidores finales, que la planta que se adquiere de Clemente Viven comienza su brotación en el momento oportuno: en su jardín.

Clima y suelo
Antes de su plantación, debemos elegir correctamente el sitio que va a ocupar. Como arbusto o pequeño árbol que es, se trata de plantas aisladas con protagonismo propio. Pueden utilizarse como un ejemplar aislado, como plantas para crear alineaciones como por ejemplo a ambos lados de un camino, etc. Pero en todos los casos, se recomienda una exposición máxima al sol.

Su cultivo es menos exigente que el rosa sinensis ya que, poco a poco, se ha ido adaptando a cada vez más frío. No obstante, la planta siempre vegetará mejor estando algo protegida, sobre todo de los fuertes vientos.

Flor doble Hibiscus syriacus lila

Si se compra el Hibiscus syriacus desde finales de otoño a finales de invierno, durante el reposo invernal, la plantación se realizará durante el reposo invernal de la planta.

La tierra debe ser preparada con la mayor antelación posible a la plantación, trabajando la tierra muy profundamente (más de medio metro), para que las raíces puedan emitirse con libertad.

Es recomendable evitar tierras excesivamente compactas. Si es así, se puede añadir arena en proporción suficiente para mantener un buen drenaje. De todas formas, se trata de una planta muy rústica y permite casi todas las clases de suelo. Pero esto no quiere decir que en mejores suelos vaya mejor y esto lo tenemos que tener en cuenta.

Si deseamos plantarlo en un gran macetón, una mezcla adecuada puede estar compuesta por un tercio de tierra normal y el resto de sustrato universal, al cual se le puede enriquecer con un abono de fondo en la proporción que indique la empresa fabricante.

Si es en el jardín, lo más habitual, se comenzará realizando un hoyo algo más profundo que el cepellón que presenta la planta comprada. Se llenará de agua con el fin de que esta filtre lo más posible alrededor del hoyo.

Hibiscus syriacus en el parque

Mientras tanto, quitaremos con cuidado el envoltorio que protege las raíces y el sustrato. Una vez desaparecida el agua, colocaremos la planta asentada sobre la base del hoyo y la recubriremos con el resto de la tierra que tenemos. Presionaremos ligeramente y volveremos a regar.

Si lo deseamos podemos por una parte añadir a la tierra removida el producto “Locid” para mejorar el arraigo. Y por otra colocarle un tutor para ayudar a la verticalidad de la planta hasta el correcto enraizamiento en el nuevo terreno.

A partir de aquí, regar periódicamente sin dejar que el terreno se seque demasiado hasta que la planta tenga nuevas raíces. Luego, sólo habrá que insistir más en el riego en los meses previos a su floración.

Es conveniente realizar el riego durante la primera hora de la mañana, cuando los rigores del calor sean menores. Igualmente, es más adecuado regar por encharcamiento o por goteo en lugar de aspersión, ya que este último método puede favorecer la aparición de enfermedades como por ejemplo el Oidium.

Con el objetivo de conseguir una floración más fuerte entre julio y octubre, podaremos durante el invierno para provoca una buena emisión de nuevas ramas. En el caso de los ejemplares adultos, sólo repasaremos su forma cuando despierte la primavera. De esta forma, conseguiremos que se multipliquen las ramificaciones exteriores y mejore su floración.

Flores Hibiscus syriacus

En cuanto a su abonado, desde los meses de abril a agosto, se pueden ir realizando abonados, al igual que al conjunto del jardín, periódicos y bien equilibrados para apoyar el desarrollo vegetativo característico de esta época del año. Hacia el otoño, a partir de septiembre, el abonado debe incorporar más fósforo y potasa para endurecer la planta y que esta entre en el invierno lo más fuerte posible.

Plagas y enfermedades
La prevención es una gran arma para defendernos de las plagas y enfermedades. Entender como prevención todas aquellas actividades tendentes a evitar que se generen las condiciones más favorables para la infección. Ejemplo de ello es mantener los hibiscus bien podados para evitar una falta de aireación, bien abonadas para conseguir plantas fuertes, no abusar del riego por aspersión para evitar infecciones de enfermedades, etc.

Plagas

    – Araña roja (Tetranychus urticae).
    Es la especie de araña más común. Se desarrolla en el envés de las hojas causando decoloraciones, punteaduras o manchas amarillentas que pueden apreciarse en el haz como primeros síntomas.
    Con mayores poblaciones se produce desecación o incluso defoliación. Los ataques más graves se producen en los primeros estados fenológicos. Las temperaturas elevadas y la escasa humedad relativa favorecen el desarrollo de la plaga. Tratamientos con productos con materias activas como Acrinatrin, Amitraz, Bromopropilato, Fenpiroximato, Fenpropatrin, Piridaben, etc.

    – Mosca blanca (Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci).
    Las partes jóvenes de las plantas son colonizadas por los adultos, realizando las puestas en el envés de las hojas. De éstas emergen las primeras larvas, que son móviles.
    Los daños directos (amarillamientos y debilitamiento de las plantas) son ocasionados por larvas y adultos al alimentarse, absorbiendo la savia de las hojas. Los daños indirectos se deben a la proliferación de negrilla sobre la melaza producida en la alimentación, manchando y dificultando el normal desarrollo de las plantas.
    Tratamientos con productos con materias activas como Buprofezin, Fenpropatrin, Flucitrinato, Imidacloprid, Pimetrocina, Piridafention, etc.

    – Pulgón (Aphis gossypii y Myzus persicae).
    Son las especies de pulgón más comunes. Forman colonias y se distribuyen en focos que se dispersan, principalmente en primavera y otoño, mediante las hembras aladas.
    Tratamientos con productos con materias activas como Acefato, Benfuracarb, Carbofurano, Diazinon, Endosulfan, Esfenvalerato, Fenpropatrin, Flucitrinato, Tiametoxam, etc.

    Pulgón en hibiscus syriacus

    – Trips (Frankliniella occidentalis).
    Los adultos colonizan los cultivos realizando las puestas dentro de los tejidos vegetales en hojas, frutos y, preferentemente, en flores, donde se localizan los mayores niveles de población de adultos y larvas nacidas de las puestas.
    Los daños directos se producen por la alimentación de larvas y adultos, sobre todo en el envés de las hojas, dejando un aspecto plateado en los órganos afectados que luego se necrosan. Tratamientos con productos con materias activas como Acrinatrin, Formetanato, Tralometrina, etc.

    – Minadores de hoja (Liriomyza trifolii, Liriomyza bryoniae, Liriomyza strigata y Liriomyza huidobrensis).
    Las hembras adultas realizan las puestas dentro del tejido de las hojas jóvenes, donde comienza a desarrollarse una larva que se alimenta entre la hoja, ocasionando las típicas galerías. Tratamientos con productos con materias activas como Pirazofos.

    – Orugas (Spodoptera exigua, Heliothis armigera, Chrysodeisis chalcitos…).
    La biología de estas especies es bastante similar, pasando por estados de huevo, estados larvarios y pupa. Los huevos son depositados en las hojas, preferentemente en el envés, y los daños son causados por las larvas al alimentarse.
    Tratamientos con productos con materias activas como Acefato, Betaciflutrin, Ciflutrin, Clorpirifos, Diazinon, Endosulfan, Esfenvalerato, Etofenprox, Fenpropatrin, Flufenoxuron, Permetrin, Tiodicarb, etc.

    – Caracoles y babosas.
    Son moluscos gasterópodos que se alimentan de la vegetación. Tratamiento con productos en forma de cebos a base de Metaldehído y otros productos que frenan su avance sin daños colaterales como por ejemplo polvo de cacao.

    – Hormigas.
    No son una plaga en sí. Más bien aparecen como respuesta a un problema como por ejemplo el Pulgón ya que acuden a alimentarse de la melaza que estos generan. Eliminando el Pulgón… se eliminan del Hibiscus las Hormigas.

Enfermedades

    – Oidio (Leveillula taurica).
    Los síntomas que aparecen son manchas amarillas en el haz que se necrosan por el centro, observándose un fieltro blanquecino por el envés. En caso de fuerte ataque la hoja se seca y se desprende.
    Tratamientos con productos con materias activas como Azufre, Fenarimol, Tetraconazol, Triadimefon, etc.

    Oidium en Hibiscus syriacus

    – Podredumbre gris (Botrytis cinerea).
    En hojas y flores se producen lesiones pardas en las que se observa una vellosidad gris del hongo.
    Tratamientos con productos con materias activas como Benomilo, Captan, Carbendazima, Folpet, etc.

    – Mildiu (Phytophthora infestans).
    Este hongo es el agente causal del Mildiu del tomate y de la patata, afectando a otras especies de la familia de las Solanáceas. Ataca a la parte aérea de la planta y en cualquier etapa de desarrollo. En hojas aparecen manchas irregulares de aspecto aceitoso al principio que rápidamente se necrosan e invaden casi todo el foliolo.
    Tratamientos con productos con materias activas como Azoxystrobin, Captan + Tiabendazol, Clortalonil + Metalaxil, Cimoxanilo + Metiram, etc.

    – Alternariosis (Alternaria solani).
    Las lesiones aparecen tanto en hojas como tallos. En hoja se producen manchas pequeñas circulares o angulares, con marcados anillos concéntricos. En tallo y pecíolo se producen lesiones negras alargadas, en las que se pueden observar a veces anillos concéntricos.
    Tratamientos con productos con materias activas como Captan, Difenoconazol, Captan + Tibendazol, Cimoxanilo + Mancozeb, etc.

    Fusarium oxysporum.
    Puede manifestarse una marchitez en verde de la parte aérea, pudiendo ser reversible. Después se hace permanente y la planta muere. También puede ocurrir que se produzca un amarilleo que comienza en las hojas más bajas y que termina por secar la planta. Si se realiza un corte transversal al tallo se observa un oscurecimiento de los vasos.
    Tratamientos con productos con materias activas como Etridiazol, Folpet, Procloraz, etc.

    – Roya.
    Entre las especies más conocidas destacan la roya negra (P. graminis) que parasita el trigo y otras gramíneas (centeno, avena y arroz) y la roya parda del trigo (P. triticina). La roya ataca a los órganos aéreos de las plantas, en los que aparecen pústulas pulverulentas y herrumbrosas rojizas. Le favorece el calor y la humedad. La forma de combatirla es mediante los mismos productos indicados para el Mildiu.