El ciruelo pertenece a la familia de las Rosáceas, al género Prunas y la especie doméstica.
Su origen está situado en el Caúcaso y Persia. Y se trata de un árbol caducifolio de tamaño mediano con una altura máxima de 6 metros. Su corteza pardo-azulada y brillante, produce ramas alternas, pequeñas y delgadas.
Su sistema radicular es de raíces largas, fuertes, poco ramificadas y poco profundas, que emiten con frecuencia vástagos. Sus hojas son oblongas, aserradas, de colores verdes, lisos por el haz y pubescentes por el envés. Y sus flores con cinco pétalos, que aparecen en pequeños ramos cortos al año de edad, son blancas, solitarias y con pedúnculos más cortos que los de las flores del cerezo.
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